El “Big Data” es un concepto que se viene repitiendo con bastante frecuencia en los últimos años, probablemente si buscamos en internet estas palabras, nos encontraremos con artículos que hablan de la gran preocupación que suscita y de cómo las grandes compañías informáticas están de cabeza intentando encontrar soluciones.
Para entender este problema, debemos partir desde lo básico, es decir, respondiendo qué es el “Big Data”. Estos “Grandes Datos”, se comienzan a plantear con el crecimiento en la cantidad de información que se gestiona y analiza, a través de herramientas tecnológicas. La velocidad con que se generan, la variedad de ellos y por supuesto el volumen, hace que los datos superen la capacidad de las herramientas actuales.
Resulta que en un comienzo, los datos se estructuraban en bases de datos, la era digital y el internet ayudaron a tener todo muy ordenado y correctamente registrado, almacenado y analizado en largas corridas de 1 y 0. Hasta que la era digital se arraigó tanto que el envío de correos electrónicos, las compras online, los tweets, los mensajes en facebook, las fotos en Instagram, día a día y segundo tras segundo, generaron un volumen de datos no estructurados tan grande y complejo, que hoy se requieren nuevas herramientas y tecnologías para sacar provecho de ellos.
Si se quiere ser específico y buscamos datos cuantitativos, podemos decir por ejemplo que IBM indicó que durante el 2012, cada día se generaron 2,5 exabytes ó 2,5 billones de GB de datos, estas cifras van en acelerado crecimiento, pues para el 2017 se prevé que el 70% de la población mundial contará con smartphones, es decir podrá generar datos en textos, videos, imágenes y voz donde quiera y cuando quiera.
¿Cuál es la relevancia de estos datos? Contar con información es contar con poder, una empresa capaz de analizar grandes datos obtiene una tremenda victoria frente a su competencia que no lo hace, la posibilidad de cruzar variables registradas con datos obtenidos en tiempo real puede entregar importante información en campos tan diversos como la ciencia, la salud, el comercio, la agricultura, el diseño urbano, la seguridad, entre muchísimos otros.
Tal vez allí están los mayores desafíos para nosotros los ciudadanos comunes y corrientes, primero defender la privacidad de nuestros propios datos exigiendo a nuestras autoridades el cuidado y resguardo de estos. Segundo, buscar formas para que parte de la valiosa información que se genera día a día, no sólo esté en manos de unos pocos para ser utilizada en beneficio personal, si no que sea fuente de conocimiento para todos.