Derecho al Olvido, es como han llamado en Europa a la recientemente aprobada normativa, que dictamina que los motores de búsqueda, entre ellos Google, deben retirar los links a informaciones publicadas en el pasado, si se llega a comprobar que estas perjudican directamente a un ciudadano y ya no son pertinentes de permanecer en línea.
Todo se inició cuando el español Mario Costeja, solicitó que se borraran de la red información relacionada con la subasta, del año 1998, de una de sus propiedades por no pago de impuestos. Este caso, llegó hasta el tribunal europeo y ha generado numerosas discusiones con argumentos que van desde favorecer la privacidad hasta afectar el acceso libre a la información.
Lo que determinó el Tribunal de Justicia de la Unión Europea, es que las peticiones de anulación de contenido deben ser aceptadas, sólo si lo amerita la naturaleza de la información cuestionada, si esta afecta a la vida privada del usuario y si no genera mayor interés público su disposición online.
Los expertos en derecho informático aseguran que, lo que hoy sucede en Europa, debería tener pronto impacto en el resto del mundo, principalmente debido a la falta de una ley que se pueda aplicar a buscadores. La discusión no sería fácil, pues todos coinciden en la delgada línea que separa la protección de la reputación de una persona versus el derecho de este a que la gente olvide lo que ha hecho, sobre todo en casos de crímenes de toda índole.
Lo cierto es que la misma semana que el tribunal de la UE aprobó el “Derecho al Olvido”, Google ya comenzó a recibir solicitudes de eliminación, según lo informado por BBC. Entre alguna de las que se han conocido (sin identificar nombres, por supuesto) se encuentran un hombre condenado por poseer pornografía infantil, un médico que solicitó eliminar comentarios negativos de sus pacientes y un candidato a reelección que pidió quitar enlaces a un artículo que critica su comportamiento en un anterior mandato.
Y tú, con qué te quedas?, protección a la privacidad o derecho a la información.